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"Los niños son el recurso más importante del mundo y la mejor esperanza para el futuro"

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sábado, 24 de mayo de 2014

Bienvenidos

Les damos la bienvenida a nuestro blog. Somos un grupo de 3ºB de Educación Infantil de Las Palmas de Gran Canaria. Aquí pondremos los temas que consideramos más importantes sobre la Educación Infantil, sobre todo trabajaremos temas relacionados con la creatividad. Esperamos que participen, nos hagan comentarios, sugerencias y compartan ideas con nosotros.


¡Gracias!

sábado, 17 de mayo de 2014

Monstruitos

Aquí les mostramos varios de los muñecos que hemos realizado nosotras.


NOMBRE: Fuyu

NOMBRE CIENTÍFICO: Astrolofuyutepi

SEXO: Femenino

HÁBITAT: Es acuático, vive en zonas donde hay poca agua.

ALIMENTACIÓN: Es herbívoro, concretamente fitófago porque no se alimenta de
hierba y tritura su comida con sus gran dentadura.

FORMA DE DESPLAZARSE: Va reptando con su cuerpo.

FORMA DE REPRODUCIRSE: Por los fluidos que va desprendiendo a su paso.

CARACTERÍSTICAS PERSONALES: Su primera reacción es ser salvaje pero finalmente es amigable y colaborativa, es un poco patosa porque se resbala con sus fluidos y es muy protectora




NOMBRE: Flepi

NOMBRE CIENTÍFICO: Flepistecus

SEXO: Femenino

HÁBITAT: Cielo

ALIMENTACIÓN: Come tierra a través de su boca y bebe agua por sus tentáculos

FORMA DE DESPLAZARSE: Vuela con sus alas

FORMA DE REPRODUCIRSE: Por el choque de sus alas con otro ser

CARACTERÍSTICAS PERSONALES: Muy curiosa y exploradora





NOMBRE: Pichi

NOMBRE CIENTÍFICO: Atepichilenci

SEXO: Masculino

HÁBITAT: Superficie terrestre.

ALIMENTACIÓN: Es omnívoro, come todo tipo de plantas e insectos y carne de
especies pequeñas.

FORMA DE DESPLAZARSE: Vuela por el aire

FORMA DE REPRODUCIRSE: A través de un choque de los cuernos que tiene en su
cabeza que al tocarse desprende unas ondas expansivas.

CARACTERÍSTICAS PERSONALES: Explorador, bastante juguetón y muy sociable






NOMBRE: Opitrompy

NOMBRE CIENTÍFICO: Oparu Trompidis

SEXO: Masculino

HÁBITAT: La Tierra

ALIMENTACIÓN: Se alimenta de plantas y mucha agua, esto lo hace a través de su
pelo y trompa

FORMA DE DESPLAZARSE: Se convierte en bola y rueda

FORMA DE REPRODUCIRSE: Por el roce de su pelo con el roce del pelo de otro de su especie

CARACTERÍSTICAS PERSONALES: Travieso, inquieto y muy curioso




Vídeos sobre el reciclaje


EL RECICLAJE DEL PAPEL



A mi burro, a mi burro...

A mi burro a mi burro le duele la nariz
el médico le ha dado un vasito de anís
A mi burro, a mi burro le duele la barriga
el médico le ha dado un plato de tortilla
A mi burro, a mi burro le duele una costilla
el médico le ha puesto unas cuantas astillas
A mi burro, a mi burro le duele el ojo izquierdo
el médico le ha dado unas gafas de lejos
A mi burro, a mi burro le duelen las pezuñas
el médico le ha dado un esmalte de uñas
mi burro enfermo está

mi burro enfermo está

sábado, 10 de mayo de 2014

¡Conocemos a los animales!


En el aula de 3 años realizamos este mural para conocer el hábitat de los diferentes animales que existen



Mar, cielo y aire

En esta actividad, los niños van a unir a los animales con las imágenes que se encuentran debajo que son ñas de mar, cielo y tierra. Cada animal deberá ser unido con aquel lugar por el que se desplazan


Unimos por los puntos



El león y el ratón

El león y el ratón

Después de un largo día de caza, un león se echó a descansar debajo de un árbol. Cuando se estaba quedando dormido, unos ratones se atrevieron a salir de su madriguera y se pusieron a jugar a su alrededor. De pronto, el más travieso tuvo la ocurrencia de esconderse entre la melena del león, con tan mala suerte que lo despertó. Muy malhumorado por ver su siesta interrumpida, el león atrapó al ratón entre sus garras y dijo dando un rugido:
-¿Cómo te atreves a perturbar mi sueño, insignificante ratón? ¡Voy a comerte para que aprendáis la lección!-
El ratón, que estaba tan asustado que no podía moverse, le dijo temblando:
- Por favor no me mates, león. Yo no quería molestarte. Si me dejas te estaré eternamente agradecido. Déjame marchar, porque puede que algún día me necesites –
- ¡Ja, ja, ja! – se rió el león mirándole - Un ser tan diminuto como tú, ¿de qué forma va a ayudarme? ¡No me hagas reír!.
Pero el ratón insistió una y otra vez, hasta que el león, conmovido por su tamaño y su valentía, le dejó marchar.
Unos días después, mientras el ratón paseaba por el bosque, oyó unos terribles rugidos que hacían temblar las hojas de los árboles.
Rápidamente corrió hacia lugar de donde provenía el sonido, y se encontró allí al león, que había quedado atrapado en una robusta red. El ratón, decidido a pagar su deuda, le dijo:
- No te preocupes, yo te salvaré.
Y el león, sin pensarlo le contestó:
- Pero cómo, si eres tan pequeño para tanto esfuerzo.
El ratón empezó entonces a roer la cuerda de la red donde estaba atrapado el león, y el león pudo salvarse. El ratón le dijo:
- Días atrás, te burlaste de mí pensando que nada podría hacer por ti en agradecimiento. Ahora es bueno que sepas que los pequeños ratones somos agradecidos y cumplidos.
El león no tuvo palabras para agradecer al pequeño ratón. Desde este día, los dos fueron amigos para siempre.
Si conoces alguna otra fábula para niños y quieres compartirla con nosotros y los demás padres, estaremos encantados de recibirla.
Páginas web de Centros 

http://www.ceipmillarescarlo.org/centro.html

Eco Conjuntos


El elefante Bernardo

Había una vez un elefante llamado Bernardo que nunca pensaba en los demás. Un día, mientras Bernardo jugaba con sus compañeros de la escuela, cogió a una piedra y la lanzó hacia sus compañeros.
La piedra golpeó al burro Cándido en su oreja, de la que salió mucha sangre. Cuando las maestras vieron lo que había pasado, inmediatamente se pusieron a ayudar a Cándido.
 Le pusieron un gran curita en su oreja para curarlo. Mientras Cándido lloraba, Bernardo se burlaba, escondiéndose de las maestras.
Al día siguiente, Bernardo jugaba en el campo cuando, de pronto, le dio mucha sed. Caminó hacia el río para beber agua. Al llegar al río vio a unos ciervos que jugaban a la orilla del río.
 Sin pensar dos veces, Bernardo tomó mucha agua con su trompa y se las arrojó a los ciervos. Gilberto, el ciervo más chiquitito perdió el equilibrio y acabó cayéndose al río, sin saber nadar.
Afortunadamente, Felipe, un ciervo más grande y que era un buen nadador, se lanzó al río de inmediato y ayudó a salir del río a Gilberto. Felizmente, a Gilberto no le pasó nada, pero tenía muchísimo frío porque el agua estaba fría, y acabó por coger un resfriado. Mientras todo eso ocurría, lo único que hizo el elefante Bernardo fue reírse de ellos.
Una mañana de sábado, mientras Bernardo daba un paseo por el campo y se comía un poco de pasto, pasó muy cerca de una planta que tenía muchas espinas. Sin percibir el peligro, Bernardo acabó hiriéndose en su espalda y patas con las espinas. Intentó quitárselas, pero sus patas no alcanzaban arrancar las espinas, que les provocaba mucho dolor.
Se sentó bajo un árbol y lloró desconsoladamente, mientras el dolor seguía. Cansado de esperar que el dolor se le pasara, Bernardo decidió caminar para pedir ayuda. Mientras caminaba, se encontró a los ciervos a los que les había echado agua. Al verlos, les gritó:
- Por favor, ayúdenme a quitarme esas espinas que me duelen mucho.
Y reconociendo a Bernardo, los ciervos le dijeron:
 - No te vamos a ayudar porque lanzaste a Gilberto al río y él casi se ahogó. Aparte de eso, Gilberto está enfermo de gripe por el frío que cogió. Tienes que aprender a no herirte ni burlarte de los demás.
El pobre Bernardo, entristecido, bajo la cabeza y siguió en el camino en busca de ayuda. Mientras caminaba se encontró algunos de sus compañeros de la escuela. Les pidió ayuda pero ellos tampoco quisieron ayudarle porque estaban enojados por lo que había hecho Bernardo al burro Cándido.
Y una vez más Bernardo bajo la cabeza y siguió el camino para buscar ayuda. Las espinas les provocaban mucho dolor. Mientras todo eso sucedía, había un gran mono que trepaba por los árboles. Venía saltando de un árbol a otro, persiguiendo a Bernardo y viendo todo lo que ocurría. De pronto, el gran y sabio mono que se llamaba Justino, dio un gran salto y se paró enfrente a Bernardo. Y le dijo:
- Ya ves gran elefante, siempre has lastimado a los demás y, como si eso fuera poco, te burlabas de ellos. Por eso, ahora nadie te quiere ayudar. Pero yo, que todo lo he visto, estoy dispuesto a ayudarte si aprendes y cumples dos grandes reglas de la vida.
Y le contestó Bernardo, llorando:
- Sí, haré todo lo que me digas sabio mono, pero por favor, ayúdame a quitar los espinos.
Y le dijo el mono:
- Bien, las reglas son estas: la primera es que no lastimarás a los demás, y la segunda es que ayudarás a los demás y los demás te ayudarán cuando lo necesites.
Dichas las reglas, el mono se puso a quitar las espinas y a curar las heridas a Bernardo. Y a partir de este día, el elefante Bernardo cumplió, a rajatabla, las reglas que había aprendido.
FIN